Esta noche tenemos una charla introductoria, la presentación del Taller “La música del Cuerpo” que desarrollaremos cada 15 días en 18 sesiones a lo largo de este año.
Coincidencialmente esta mañana uno de mis mejores amigos se refirió al ciclo de conferencias de 2021 como “Ahora que estas dedicado al sexo”. Una anotación interesante porque representa la imagen que se genera en nosotros cuando hablamos de este tema tabú.
Lo primero es que hay diferenciar entre sexo, género y sexualidad. El uso de las palabras es muy importante porque denotan temas totalmente diferentes. El sexo se refiere a las características físicas genitales´, masculinas y femeninas, del ser humano. Eso no tiene discusión. Pero el género está vinculado a aspectos sociales.
La sexualidad para cada persona esta medida por la biología, (sexo), por los roles de género, por las relaciones de poder, por la edad, por la condición socioeconómica y por muchos otros factores.
Los roles prescritos socialmente dejan a hombres y mujeres mal preparados para tener relaciones íntimas. El rol prescrito para la mujer es ser pasiva y para el hombre activa, es un conquistador. Y los hombres auto califican su desempeño sexual por el placer generado en la mujer.
La sexualidad puede ser modificada.
Lo que vamos a estudiar a lo largo de este taller es como modificar estas pre concepciones y regresar a los principios ancestrales sobre los roles y sexualidad.
Osho considera que cuando se habla de hacer el amor en occidente el término esta tapando la realidad de que ese acto es una simple relación sexual.
Osho diferencia tres tipos de amor:
Amor sin restricciones, natural y espontáneo como el amor de una madre por su hijo.
Amor de atracción por la pareja que es efímero, se acaba con el tiempo.
Y Amor que florece cuando el sexo se convierte en meditación, y este florecimiento es movimiento hacia lo divino.
Y este último es el tema que cubriremos en las conferencias que hemos estructurado con el Grupo de Apoyo de Uniandinos.
Simultáneamente tendremos un Taller práctico dictado por Paola Sanz desde Suiza, los meses de Marzo a Junio y conferencias propiciadas por Vivirsanamente durante todo el año.
Volviendo al tema del Amor como camino hacia lo divino una de las corrientes del Budismo, Vajrayana, basa su el entrenamiento de sus monjes en la perfección de la meditación a través de prácticas rituales, considerando el cuerpo como un medio para lograr la iluminación.
Esta corriente Tibetana tiene dos diferentes caminos utilizando Tantras o técnicas rituales: Una es la postración, la repetición por 100.000 veces de un mantra, varias fórmulas para purificar y centrar la mente. Este es la corriente que tiene como máximo representante al Dalai Lama.
El otro camino es utilizar el sexo, Sexo Tántrico; y como menciona Osho es lograr volverse meditativo en la relación sexual, llegando a cimas orgásmicas que acercan a la iluminación.
Lo primero que debemos estudiar son las características masculinas y las características femeninas creando una plataforma sobre la cual desarrollar todos los temas.
Se habla del cerebro masculino y el cerebro femenino y de como los dos cerebros actúan de forma diferente dando origen a diferentes comportamientos.
Daphna Joel, profesora de sicología en la Universidad de Tel Aviv ha realizado estudios muy interesantes sobre este concepto. Ha llegado a la conclusión que inicialmente, al nacimiento, los dos cerebros son iguales, y que la educación dentro de los estereotipos de comportamiento de niña o niño acentúan crecimientos en ciertas regiones del cerebro. Pero estos crecimientos no son irreversibles, es posible modificarlos. Los taxistas en Londres tiene el lóbulo frontal muy desarrollado porque han tenido que aprenderse todo el mapa de Londres con sus calles con nombres y no números.
Los comportamientos típicamente femeninos corresponden a un rol creado por el judeo-cristianismo y diseminado por toda Europa y America Latina por la iglesia católica.
En las culturas ancestrales, tanto en oriente como en Asia, los vikingos y mayas, aztecas, Incas, tayronas, las mujeres no estaban marginadas como lo eran las mujeres judías. La relación sexual era abierta y el matrimonio solo existía en las clases altas para preservar patrimonios. Cuando los españoles y con ellos el cristianismo fueron tomando control de territorios y modificando las practicas locales se impuso el matrimonio como un tema obligatorio. Se conoce la ordenanza del Virrey de Toledo a gobernadores, alcaldes y sacerdotes de obligar a los indígenas a contraer matrimonio so pena de ser trasquilados y recibir 100 azotes y si reincidían enjuiciarlos.
El hombre en la relación sexual actúa con una combinación de dos órganos: Genitales cabeza. En la mujer interactúan útero y corazón. De ahí la dificultad inicial de entenderse.
Al mismo tiempo el hombre se excita en forma inmediata, la mujer requiere de 30 a 45 minutos. Por eso el fast sex tiene como consecuencia según un estudio realizado en Usa que una cifra cercana al 70 % de las mujeres nunca ha alcanzado un orgasmo.
El contacto debe ser con todos los órganos del cuerpo y con todos los sentidos, la vista y la respiración tiene papeles muy importantes en el proceso.
El objetivo final es administrar la energía sexual para que recorra todo el organismo y sea una fuente de sanación.