21avo Conversatorio

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DSC00464INTRODUCCION

Dos preguntas este fin de semana me hicieron reflexionar sobre mi Nuevo Yo:
– Lo que estás haciendo es Coaching?
– Cambiaste de estilo de vida?
Después de pensar las dos preguntas las contesté con un si condicional que quisiera ampliar:
Miro hacia atrás, tantos años que el horizonte se confunde con el confin de los recuerdos y repaso una frese que incluí en mi “Carta a mi Nuevo Yo”:
Naciste con dones que diste por merecidos, algunas veces, muy algunas veces, te preguntaste cual sería tu destino y para que tenías esos dones. Pero eran preguntas del momento, rápidamente regresabas a tu acelerado caminar.
El propósito llegó, y tengo claro su esencia: Debo hacer sencillas las respuestas a los interrogantes a los que se enfrenta toda persona que recibe la noticia de un diagnóstico negativo, independiente de cual sea este diagnóstico.
Y tengo una Bendición: La oportunidad de poder compartir con ustedes esa Esencia en estos Conversatorios acompañado hoy de personas maravillosas que son Faros de Luz en este hacer camino al andar; Santiago Rojas, Sandra Rodriguez y Catalina Soto.
Y las reacciones son iguales para todos nosotros: Un Shock inicial con sus consecuentes momentos de Desconcierto, ¿Por qué yo?, de Ira, de Incertidumbre, de Miedo y finalmente de decisión de ser parte activa del proceso y de las decisiones que sea necesario tomar, o entregarse en manos de un médico como paciente.
Los dos caminos son válidos siempre que haya consciencia de la decisión tomada. No todos los temperamentos pueden tomar el primero.
Si el camino optado es el segundo nuestros destinos toman caminos diferentes; pero si es el primero y se desea tomar control el proceso, recorreremos juntos los tramos que componen este ejercicio de convertirse en socio del médico en el proceso de sanación.
Santiago Rojas hace un año me invitó a descubrir este maravilloso camino que ha gestado el nacimiento de ese nuevo Yo que va, en conjunto con ustedes, abriendo esos pétalos que nos conducirán a reconocer un corazón libre de Pendientes, Apegos, Temores y dispuesto a dar sin recibir nada a cambio.
Ese proceso debe ser alegre y a esa actitud nos introducirá Santiago hoy creando el ambiente para que Sandra Rodriguez nos comparta el enfoque Ayurvédico de “salud en el cuerpo, la felicidad en el alma y la tranquilidad en la mente” y finalmente Catalina Soto nos cuente como con la Calma como sexto pétalo del Corazón podremos poner cada cosa en su lugar.

El Doctor Santiago Rojas muy brevemente compartió su concepto de La Alegría como clave de la salud:

ALEGRIA
El cuerpo percibe carencias y envía señales para satisfacerlas. Genera un deseo
El comer y el dormir satisfacen los deseos de hambre y descanso
Todo deseo fortalecido es insaciable, aquí nacen las adicciones.
El Placer es sensorial, y su naturaleza lo hace efímero, y por eso lo queremos aumentar.
La Felicidad es una emoción, es la parte emotiva de del placer y por lo tanto también es transitoria.
El Gozo depende de lo externo
La Alegría es un Bienestar que se construye.
Una vida sin placer hace peligrosa la supervivencia.
Contento quiere decir estar contenido en sí mismo.
La clave de la salud es la alegría
La Felicidad eterna dura una noche.
La Añoranza genera adiciones.
La Alegría si la comparto crece y entonces puede tener muchos momentos de Felicidad.
La Alegría es una decisión.
El Ánimo es un soplo de vida.
Si nos aferramos a algo nos paralizamos y se nos acaba el ánimo.
El Ánimo surge de lo contario a aferrarse: Soltar.
Si no soltamos no tendremos ánimo.
Hay que aprender a soltar, nada se necesita.
Aprender a no aferrarse.
Soltar lo bueno `porque es bueno
Soltar lo malo porque es malo.
Si cambiamos nuestros conceptos, soltando, no aferrándonos, y nos llenamos de Alegría y de Ánimo, el tiempo deja de ser lineal y se vuelve contextual, es decir eterno.

La Doctora Sandra Rodríguez nos introdujo a los conceptos de Ayurveda y Rasayanas:

«Ayurveda un camino para lograr la salud en el cuerpo, la felicidad en el alma y la tranquilidad en la mente»
La medicina ayurvedica es una medicina con una tradicion milenaria de 5.000 años, consignada en los libros de los Vedas que son los libros que guardan la cultura Hindu.

Ayurveda se traduce como ayur (vida ) veda ( conocimiento) cuyo significado completo seria el conocimientoo de la vida; se basa en clasificar a las personas en tres constitucionales Vata, Pitta Y Kapha, para asi determinar que tendencias y a que enfermedades o desequilibrios pueden ser mas propensos, la terapeutica se basa en una adecuada alimentacion para cada grupo connstitucional y en la administracion de algunos componentes herbales, dentro de los cuales estan los Rasayanas (el camino hacia la esencia de la vida ). pero tambien existen los ACHARA RASAYANAS, que son las conductas que nos ayudan a encontrar la paz interior y la felicidad; son siete:

1. Decir la verdad de una manera clara y con dulzura.
2. Mantenerse libre de ira.
3. Respetar a los mayores.
4. Leer libros que nos ayuden a cultivar el espíritu.
5. Practicar la meditación
6. Comer alimentos satvicos (miel, leche, almendras, mango, dátiles,)
7. Rodearse de buenas personas

Practicando diariamente estas conductas se contribuye a mejorar la salud mental física, y espiritual.

Finalmente para cerrar la segunda triplicidad Catalina Soto presentço el Sexto Pétalo, La Calma:

Existe un primer movimiento que es la interiorización, ir a nuestro interior y allí en soledad reconocernos y aceptarnos; reconocernos como nuestra propia compañía para descubrir que en nuestra propia compañía, en compañía de nuestra alma nunca estamos solos.
Cuando uno se interioriza se vuelve inclusivo, esto es contar con uno y el otro movimiento es la exteriorización esto es participatividad porque la función del alma es dar, servir y entregar.
Conquistar la soledad para reconocernos, para aceptar la propia compañía, para seguir interiorizándonos para ver que hay un lugar de infinita paz, serenidad, ahí donde habita el ser.
La calma es la evidencia del alma en las relaciones con los otros y es una estructura relacional muy contagiosa. Si tenemos calma esta se contagia.
La calma es el sendero del medio, del equilibrio. El sendero del medio es el ahora y la meta cambia día a día, en el sendero del medio toda verdad es relativa porque rescata el punto de vista del observador y las cosas en física dependen del punto de vista del observador. Las cosas dependen del lugar donde se miren pero como es mutable, el lugar cambia permanentemente.
Una de las causas de la pérdida de la calma es quedarnos estructurados en una verdad absoluta, así como no aceptar que el cambio es lo único permanente.
Cuando estoy en una relación momento a momento, cuando sé que tus necesidades hoy no son las mismas de ayer, cuando no nos condicionamos estoy con tigo en libertad y nuestra relación produce calma. Las expectativas producen turbulencia. La expectativa es el debería ser de la relación; y el anclaje al pasado es la programación.
Una relación sólo puede ser equilibrada en el presente porque el equilibrio en el tiempo es el presente y el equilibrio en el espacio son las justas proporciones. Esto significa que mi código de lectura cambia como cambia el contexto. El único que puede vivir en el contexto es el observador.
La calma se produce cuando una persona es capaz de conmoverse, la calma es confianza viva, permanente y activa que nace siempre en el corazón; es conquista permanente.
La máxima perturbación de la calma es la inmovilidad paralizante del miedo o de la indiferencia y la falta de compromiso porque esto cierra las puertas del alma.
Para abrir las puertas del alma hay que despejar las nubes de la confusión:
1. Creer que no estamos confusos: esto es orgullo espiritual, este se vence con humildad y esta es reconocer mis zonas oscuras. Creer que se sabe es el peor signo de ignorancia. La ilusión del conocimiento es la ilusión que se opone a la calma.
2. La falsa identidad: Cuando creemos que somos el cuerpo y creemos que el sentido de la vida es el placer, el poder y la salud, entonces cualquier enfermedad o cualquier pérdida es una catástrofe. Debemos aceptar la ley de la impermanencia.
Cuando vemos que las cosas son complementarias entonces se nos acaba un motivo grande de pérdida de la calma que es la irritabilidad y crítica. La separatividad es la causa por la que no logramos la calma, ni la paz o la serenidad, ni la soledad que necesitamos. La separatividad es la gran ilusión de creer que hay cosas mejores o peores; cuando vemos la vida así, asumimos la posición de la víctima y automáticamente juzgamos.
El separatismo es apego, cuando niego tu libertad esa es una relación de dependencia y ahí nace el sufrimiento. Hay dos ruidos que nos hacen sufrir: la ignorancia y el apego o separatismo. Si no conquisto la calma no accedo al alma. Debemos sentir que cada persona que no nos guste es nuestro lado oculto. Es aquello que necesitamos para complementarnos; es lo que necesitamos para poder mirarnos en el espejo de la vida y poder complementarnos.
La posición del discípulo es la del aprendiz. La vida del discípulo es la del que conquista la calma aún en medio de la tempestad porque reconoce la unidad en medio de la dualidad. El discípulo es capaz de elevarse al polo del misticismo en la meditación o en una oración pero en seguida estar en una fiesta con la familia. Es una vida dual pero en la unidad del alma y la personalidad. El alma se expresa a través de la personalidad que tiene actos cotidianos que comúnmente no llamaríamos como espirituales, pero el discípulo es quien es capaz de ver lo sagrado en lo cotidiano. Es quien es capaz de ver que cuando rechazamos el mundo rechazamos una parte de nosotros, que cuando rechazamos a alguien estamos rechazando una parte de nosotros mismos. El discípulo es el que emprende un recorrido por sí mismo, que se caracteriza por la capacidad de vivir en soledad –la compañía interior- por la capacidad de conquistar en la serenidad la presencia del alma y por la capacidad de proyectar la luz del alma en sus relaciones al transmitir calma.
En los momentos en que no hay ninguna recompensa en la acción se filtra la luz del alma. La calma es un atributo grupal, es la coherencia en la relación, es no separatividad.
Es importante reconocer cuando perdemos la calma y encontrar el elemento de separatividad dándole un nombre: juicio, miedo, rechazo o expectativa. También es importante reconocer los momentos sublimes que se aproximan a la calma; es en el perfecto olvido de si donde reside el secreto de la calma, mientras más olvidados estemos de nuestros pequeños asuntos más cerca estamos de la paz del alma.
Practiquemos una cosa al día que no tenga ninguna recompensa; una actividad clandestina o un acto de amor donde no se tenga ni siquiera la oportunidad de recibir las gracias. Desprendámonos de algo, esa es la lección del desapego. Dar sin recibir nada a cambio, la recompensa es la luz del alma. La calma es una conquista que se va dando cuando hay renuncia a lo personal, todos los días. No se trata de renunciar al dinero, a la familia, al trabajo, al placer o a la diversión sino que todo cumpla su papel para el cual fue asignado. Es la justa proporción de las cosas. No es tener que renunciar a los asuntos mundanos de la vida, sino poner cada cosa en su lugar.
Describir los momentos genuinos en los cuales tuvimos calma preguntándonos: ¿Dónde estábamos? ¿En qué ambiente y con quién? ¿Qué hacíamos? ¿Qué tan lejos estábamos de la vida cotidiana y de nuestros pequeños asuntos? ¿Qué tan lejos estábamos de los asuntos no esenciales para el alma?
Vamos a descubrir que hay cosas simples como respirar, el olor a tierra mojada, oler el musgo o las flores, tomar los rayos del sol, el viento; cuando uno se mete en el presente descubre que hay cosas sencillas que dan felicidad. Cuando uno no vive pendiente de la recompensa, cuando se renuncia a la recompensa en ese preciso instante de olvido total de si en que se está lejos de un rol exterior y se asume un rol interior, se filtra la luz del alma y somos capaces de tener relaciones en calma.
No juicio, no programación, no expectativas es lo que debemos desarrollar, pero eso puede ser complicado entonces podemos recordar los momentos de calma y re-editarlos en nuestros pensamientos, en nuestro sentir, en nuestra vida cotidiana. Si me produjo calma oler una flor o dar limosna a un mendigo sin que nadie me viera o hacer un sacrificio, pues ese sacrificio es sacro oficio porque produce calma en la relación.
Dediquémonos a construir desde el corazón relaciones que se revelen en calma. No sirve la paz interior si no se traduce en la relación; si no se traduce en un cambio real en la vida cotidiana. Todo lo demás es realmente orgullo espiritual y contribuye más a separase que a realizar el ritual de la vida que es fusión. Ohalá podamos renunciar a muchas cosas que sabemos y conocemos para poder vivir en calma. Vivir en calma es construir la red de la creación y ser creadores.

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